El paso del invierno a la primavera supone uno de los cambios estacionales más bruscos y nuestro cuerpo, si le cuesta adaptarse a la estación entrante, puede sufrir las consecuencias en sus propias carnes.
Dicen que la primavera la sangre altera y algo de razón llevan con lo de alterar. La primavera puede poner patas arriba nuestro organismo, ¿acaso nunca has oído hablar de la astenia primaveral o de la alergia primaveral?
Una alergía es una respuesta equivocada del sistema inmunitario ante a un elemento que, por lo general, no provoca reacción de ningún tipo en la mayoría de las personas. El origen de la alergia no se encuentra tanto en la sustancia que la produce, sino que tiene que ver con la persona que la padece y cuyo sistema inmunológico emite una respuesta errónea ante ese elemento.